Descubre la importancia de las vitaminas y minerales en nuestra alimentación diaria.
Por: Gildardo Uribe Gil (Nutricionista Dietista – Mg en Salud Colectiva)
Según Covián1, la nutrición puede definirse como el conjunto de procesos mediante los cuales el hombre ingiere, absorbe, transforma y utiliza las sustancias que se encuentran en los alimentos y que tienen que cumplir cuatro importantes objetivos:
- Suministrar energía para el mantenimiento de sus funciones y actividades.
- Aportar materiales para la formación, crecimiento y reparación de las estructuras corporales y para la reproducción.
- Suministrar las sustancias necesarias para regular los procesos metabólicos.
- Reducir el riesgo de algunas enfermedades.

Continuando con el autor, la alimentación es “el proceso mediante el cual tomamos del mundo exterior una serie de sustancias que, contenidas en los alimentos que forman parte de nuestra dieta, son necesarias para la nutrición”.
Otro término que se emplea habitualmente es el de “dieta”, que se define como el conjunto y cantidades de los alimentos o mezclas de alimentos que se consumen habitualmente, aunque también puede hacer referencia al régimen que, en determinadas circunstancias, realizan personas sanas, enfermas o convalecientes en el comer y beber.
Como dietas adecuadas, equilibradas o saludables -aquellas que contienen la energía y todos los nutrientes en cantidad y calidad suficientes para mantener la salud- hay muchas, y aquí la elección de la más correcta según todos los condicionantes del individuo se convierte en un arte.
Los componentes de los alimentos que llevan a cabo las importantes funciones antes descritas se conocen con el nombre de nutrientes. Así, un nutriente es toda sustancia de estructura química conocida, esencial para el mantenimiento de la salud que, sin embargo, a diferencia de otras, no puede formarse o sintetizarse dentro de nuestro organismo, por lo que debe ser aportada desde el exterior, a través de los alimentos y de la dieta. Esto implica que si no se consume en cantidad y calidad suficientes, puede dar lugar a enfermedades que sólo se curarán cuando se consuma de nuevo el nutriente implicado.
Para mantener la salud desde el punto de vista nutricional, una persona necesita consumir junto con la energía o las calorías, obtenidas a partir de grasas, carbohidratos y proteínas, 3 ácidos grasos y 8 aminoácidos esenciales, unos 20 minerales y 13 vitaminas. Por tanto, para que la dieta sea correcta y equilibrada tienen que estar presentes en ella la energía y todos los nutrientes en las cantidades adecuadas y suficientes para cubrir las necesidades del hombre y mantener la salud. El agua y la fibra, aunque no se consideran nutrientes, son también vitales para mantener la salud.
Lo que debes saber sobre las vitaminas
Las vitaminas son compuestos orgánicos que el cuerpo necesita para el metabolismo (incidiendo en la salud para lograr el crecimiento adecuado). Las vitaminas también participan en la formación de hormonas, células sanguíneas, sustancias químicas del sistema nervioso y material genético.
Las diferentes vitaminas no están relacionadas químicamente, así como suelen tener una acción fisiológica distinta. Por lo general actúan como biocatalizadores, combinándose con proteínas para crear enzimas metabólicamente activas, que a su vez intervienen en distintas reacciones químicas por todo el organismo. Sin embargo, aun no resulta del todo clara la forma en que ciertas vitaminas actúan en el cuerpo.

Las vitaminas se clasifican en dos, las hidrosolubles y las liposolubles. Esto indica que hay unas que se encuentran en los alimentos fuente de grasas como la mantequilla, el chicarrón, aceites, aguacate, entre otros. Estas son las vitaminas A, D, E y K, y como se almacenan no hay necesidad de consumirlas a diario. Las hidrosolubles son las vitaminas C, el ácido fólico y todas las del complejo B, estas no se almacenan y por lo tanto se deben consumir a diario en la alimentación (con excepción de algunas del complejo B).
Sin excepción, la carencia de todas las vitaminas genera enfermedades, pues interfieren con procesos inmunológicos, metabólicos, de crecimiento y desarrollo.
¿Y los minerales?
Por su parte los minerales, al igual que las vitaminas, ayudan al cuerpo a crecer, a desarrollarse y a estar sano. Algunas de las funciones más conocidas son la contractibilidad muscular, incluyendo la del corazón, formar huesos fuertes, forman parte de hormonas y ayudan en el proceso de transmisión nerviosa.

Existen dos tipos, los macro minerales y los oligoelementos. Los primeros son aquellos que se encuentran en mayor cantidad en los alimentos y de los que se requieren mayor cantidad para una nutrición adecuada, entre ellos están el sodio (Na), el potasio (K), el calcio (Ca), el fósforo (P), el hierro (Fe) y el zinc (Zn). Y luego están los oligoelementos, aquellos que el organismo requiere en pequeñas cantidades como el magnesio, el manganeso, el cobre, entre otros.
En resumen, mantener una dieta equilibrada, adecuada, inocua, suficiente y variada, aporta todas las vitaminas y minerales que se requieren para una buena salud. Recuerda que si se hace de manera correcta, no requerirás de suplementos.
1 Francisco Grande Covián. Salud y Nutrición, 1988.