En tiempos de la COVID 19, los científicos han detectado dos elementos claves que pueden disminuir el riesgo de contagio; el ejercicio y no padecer enfermedades como la Obesidad.
Según la OMS /2016), la obesidad es uno de los mayores problemas de salud pública, la sufren más de 2000 millones de personas alrededor del mundo y cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones por su causa. La obesidad aumenta la pérdida de años de vida1, el padecimiento de enfermedades como la Diabetes y la hipertensión2 y aumenta el gasto en salud (4), que según expertos, alcanza entre el 2% y el 9% del total del gasto público en salud en todos países3.

Según la OMS el sobrepeso y la obesidad es una enfermedad causada por “una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud”.
La acumulación de grasa “anormal o excesiva”, se origina cuando la cantidad de energía que consume un individuo, es mayor a la que se necesita; estudios han demostrado que un aumento sostenido de 500 calorías/día durante un mes, genera una ganancia de peso de 2 kg, sin importar el origen de las mismas; a lo que se le denomina balance energético y se constituye en uno de los pilares fundamentales de la dietética (7); también se origina por el sedentarismo, la falta de sueño, problemas genéticos, entre otros.

De ese modo conocer el % de grasa corporal, ha ganado más importancia que conocer el IMC, para determinar si se tiene Obesidad y sobrepeso y, conocerlo, se ha convertido en una medida de auto-cuidado y de prevención, contra la COVID-19 y contra otras patologías degenerativas como la hipertensión, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Vale la pena aclarar que no es que la grasa corporal sea mala, lo que es malo, cómo todo en la vida, son los excesos; la grasa cumple funciones fundamentales, como facilitar el transporte de las vitaminas liposolubles A, D; E y K; está relacionada con la regulación de la temperatura corporal, con la modulación metabólica del organismo, sintetizando hormonas y otras sustancias y con la protección de órganos internos; hace parte de todas las células del cuerpo; es por eso que tener bajas cantidades de grasa corporal, también genera enfermedades.
La manera más efectiva de conocer el % de grasa es evaluando la composición corporal; proceso que permite medir no sólo la cantidad de grasa, sino también de músculo, huesos, agua y minerales que contiene el cuerpo humano y al conocerlo, podemos comparar con los datos de referencia para la edad, el género y la actividad física de cada sujeto, si estos componentes están alterados o no.
Los valores de referencia (es decir lo ideal), cambia para hombres y mujeres, según la edad; acá les compartimos una tabla que pueden revisar cuando se hagan la evaluación de su composición corporal y comparar con sus resultados.
Para mantener un porcentaje de grasa corporal normal, se recomienda hacer ejercicio mínimo 4º minutos diarios, 5 veces a la semana; aumentar el consumo de frutas y verduras, mínimo 5 porciones al día de ambos grupos de alimentos, disminuir los dulces, los postres, las bebidas azucaradas, no adicionar azúcar al café o a los jugos caseros; así mismo se recomienda disminuir el consumo de alimentos ultra-procesados como los enlatados, embutidos y cocinar los alimentos preferiblemente asados o al vapor; también se recomienda consumir pollo sin la piel. Parafraseando al médico Sueco, Paracelso4 “Ningún alimento es veneno, todo alimento es veneno, depende de la porción”…
(1) Fontaine KR, Redden DT, et al. (2003) Años de Vida Perdidos Debido a la Obesidad. En: The Journal of the American Medical Association 289(2):187-19
(2) Sabino, P. Obesidad y enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición. En: Rev Colomb Cir. 2011;26:180-195.
(3) Thompson D, Wolf AM. The medical-care cost burden of obesity. Obes Rev 2001; 2: 189-97.
Artículo elaborado por:

GILDARDO DE JESÚS URIBE GIL
DIRECTOR AMINOGRAM ACADEMY ND-MSC
Magíster en salud colectiva y Nutricionista Dietista de la Universidad de Antioquia; con experiencia en dirección y docencia universitaria; formación tecnológica; dirección y coordinación de empresas, planes, programas y proyectos en el ámbito público y privado; enfocada en los sectores de la educación, la planificación para el desarrollo, atención a población desplazada y vulnerable, salud, nutrición, seguridad alimentaria, sector de producción y comercialización de alimentos.