Entre reuniones virtuales y entregas, puede parecer que no queda tiempo para hacer ejercicio a pesar de estar en casa. Pero una sesión rápida de ejercicio en tu tiempo de almuerzo podría ser exactamente lo que necesitas.
Hacer ejercicio durante un día laborable puede parecer tarea imposible, pero hay una forma de aprovechar ciertos momentos, sobre todo tu hora de almuerzo, para ejercitarse. Una sesión de sudor de 30 minutos puede hacer la diferencia en tu día. Aprende aquí por qué un entrenamiento al mediodía es tan importante para tu salud, y cómo puedes aprovecharlo.
Beneficios de entrenar durante el almuerzo
Tal vez creas que un entrenamiento no cuenta a menos que sea mínimo de una hora. Sin embargo, Heather Stevens, instructora principal de Studio Three en Chicago, te hará reconsiderar esta idea. “Los entrenamientos más cortos mantienen la rutina de ejercicios sostenible”, explica, y señala que muchos estudios ahora ofrecen clases de 30 minutos o “express” para ayudar a los clientes ocupados a encontrar el tiempo para priorizar el ejercicio. Míralo de esta manera: entre hacer un entrenamiento más corto o no hacer nada, el entrenamiento más corto siempre es la mejor opción.
Además, las ventajas del movimiento van más allá de la salud física, especialmente si estás lidiando con tiempo de pantalla adicional en estos días. “Los entrenamientos del mediodía tienen la ventaja de dar un impulso de humor en medio de tu día de trabajo y ofrecen un tiempo preciado fuera de tu escritorio y pantalla”, dice Stevens. “Hacer ejercicio durante el almuerzo te dará un subidón de endorfinas y puede conducir a una mayor productividad por la tarde”.
Ahora que, probablemente, ya te hemos convencido de que 30 minutos de ejercicio durante tu hora de almuerzo en un día de trabajo es ideal, aquí te damos algunos consejos para aprovechar ese tiempo al máximo:

Planifica con anticipación
Si normalmente pasas los primeros minutos de tu tiempo de ejercicio mirando tu teléfono para encontrar el entrenamiento exacto que deseas hacer, o buscando la playlist ideal para entusiasmarte, es hora de reconsiderar tus hábitos. En este caso, si solo tienes 30 minutos para ejercitarte durante tu hora del almuerzo, no puedes darte el lujo de desperdiciar ningún minuto. Lo mejor es tener todo listo para entrenar al máximo esa media hora.
Por otro lado, “si estás tomando una clase virtual, ten tus mallas y equipo de entrenamiento listos”, dice Stevens. “Si planificas tus propios entrenamientos, anótalos con anticipación. Estar preparado te ayudará a ponerte manos a la obra de inmediato”. De esa manera, sabrás que no estás perdiendo un segundo y sentirás menos presión de acortar tu entrenamiento a medida que se acerque el final de tu hora de pausa.
Intercambia tiempo por intensidad
Cuando no tienes mucho tiempo, es fundamental maximizar tus esfuerzos para sacar el mayor provecho, y eso requiere HIIT. HIIT, o entrenamiento en intervalos de alta intensidad, es un tipo de entrenamiento que alterna entre breves ráfagas de esfuerzo intenso y recuperación. Hay varias formas de estructurar los entrenamientos HIIT. Puedes combinar ejercicios cardiovasculares con movimientos de fuerza para maximizar la quema de grasa durante el resto del día. “La atención debe centrarse en hacer que tu entrenamiento sea agradable pero difícil. Utiliza entrenamientos más cortos para poner a prueba realmente tus límites ”, dice Stevens.

Consejo de belleza para después del entrenamiento
Uno de los mayores desafíos de los entrenamientos a la hora del almuerzo es pasar de tu sudoroso yo a tiempo para hacer tu siguiente reunión posterior al almuerzo. Sé realista contigo mismo acerca de cuánto tiempo tienes en comparación con el tiempo que realmente te lleva hacer cosas como ducharte, secarte el cabello, maquillarte y cambiarte.
Si se trata de un cambio apretado, omite el lavado de cabello completo en favor de un enjuague corporal rápido y un champú seco. Deja que el rubor natural de tus mejillas actúe como rubor y ordena tu cabello en un moño para la tarde. Si estás haciendo una sesión de baja intensidad, incluso puedes hacer ejercicio con una sudadera llamativa que también funciona como un atuendo profesional en una llamada de Zoom.

Apunta a la coherencia
Si no estás acostumbrado a sudar a la mitad del día, puede llevar un poco de tiempo acostumbrarse. “Adquiere el hábito de hacer ejercicio a la misma hora varios días a la semana, de modo que comiences a esperarlo y disminuyas las posibilidades de saltarte el entrenamiento”, dice Stevens. “La consistencia es fundamental”. Para ello, bloquea tu calendario de trabajo durante el tiempo que estarás haciendo ejercicio para asegurarte de que no surjan llamadas o reuniones inesperadas. Poner tu sesión en el calendario también te ayudará a responsabilizarte.
Aún así, mantenerse constante no significa que tengas que ceñirte a tu plan de entrenamiento exacto en los días en que simplemente no estás de humor. “Si no sientes tu entrenamiento HIIT, sal a caminar”, sugiere Stevens. “Siempre que la actividad física sea parte de tu estilo de vida, estarás en el camino correcto”.
En resumen, aprovechar tu hora de almuerzo para hacer ejercicio sí es posible si te planificas adecuadamente, eliges un entrenamiento intenso y por intervalos y si logras organizarte a tiempo para continuar con tus actividades. Estamos seguros de que podrás lograrlo.